Una buena conversación entre colores que intercambian información en un tono adecuado, con matices, no hablando todos a la vez, sabiendo escuchar y responder, admitiendo otras formas de brillar pero expresando la luz propia, modificando su croma o grado de intensidad para crear un clima de amistad, sin confrontaciones, aportando y enriqueciendo el diálogo.