Piedra a piedra se han construido los muros que protegen todo lo que habita este interior.
La piedra tipo arenisca y la abundante argamasa que la une han aligerado todo el conjunto. Por otro lado, la montante que sujeta el arco rebajado, que vemos a la derecha, se ha realizado con un ladrillo caravista rústico que define bellamente el vano. El techo se ha solucionado con una bóveda catalana en distintas versiones, dependiendo de la estancia.
Todo lo que vemos nos habla de una preciosa construcción mediterránea enriquecida con elementos de gusto natural que transmiten relajo y buen vivir. Sean bienvenidos.
Esther García Labeaga