Iniciamos un ascenso enmarcado con flores, un espacio vestido en femenino, abotonado con delicia y perfumado por los recuerdos y el tiempo.
Es una idea fabulosa acompañar el camino de subida a la planta superior con imágenes que evocan momentos, con referencias a la naturaleza o con broches de color.
Las piezas de pequeño o gran arte que poner marco a este tramo de escaleras suavizan la escalada y endulzan cada paso.
Esther García Labeaga