De acuerdo con George Nelson y Henry Wright, la habitación sin nombre es un espacio multifuncional dentro de la vivienda.
Este espacio polivalente sería una fusión entre sala de estar, un pasillo ancho, un distribuidor o un vestíbulo. Su carácter versátil, opuesto a la especialización de los espacios, lo convierte en una pieza dinámica que complementa a otras estancias, pudiendo ser una prolongación de éstas.
Estos espacios se pueden generar al ampliar un pasillo, hall o distribuidor, resultando áreas ambivalentes que flexibilizan la vivienda creando un nuevo espacio de encuentro. Una habitación sin nombre bien podría ser un lugar de tránsito para parar, meditar y seguir rumbo.
Esther García Labeaga