El local dispone de una planta rectangular que se distribuyó pensando en las distintas actividades a desarrollar, dotando a cada una con un espacio y un ambiente propio.  Se habilitó un amplio espacio común para recepción, zona de espera, laboratorio, lavado y tratamiento del cabello.  Para otras actividades que requieren más tranquilidad,  la estética y el masaje,  se dispuso un espacio cerrado.   Además, se habilitó un almacén/office y un aseo completo(ver plano).

El interiorismo de todo este espacio se proyectó para armonizar lo sofisticado con lo sencillo dentro de un estilo moderno y clásico.  Para subrayar este concepto de opuesto equilibrio se hizo uso del color, la luz, las texturas y las formas.

Los colores destacados son el gris y el fucsia+morado. El gris domina todo el ambiente, siendo despertado con ritmos de fucsia aquí y allá. Con los grises también se generó un juego de opacidad frente a brillo como son los acabados plata de los aparadores  para cada zona de trabajo, de los marcos de los espejos y del mueble de recepción.  Estos destellos plata dotan al espacio de un glamour que se refuerza en la con los espejos.  Los colores secundarios son el blanco y el negro que, nuevamente, buscan equilibrarse desde el extremo.  El blanco se utilizó en las puertas de paso; el negro en los lavacabezas y  sillones.  El suelo del local se cubrió con un laminado AC5 color tabaco que soporta tintes, cortes de pelo, permanentes y  agua.

La luz del establecimiento se resolvió con una iluminación general para un trabajo eficaz más zonas decoradas de claro-oscuro como los espacios de tránsito, relajo o bienvenida.  El claroscuro es también el protagonista de esta decoración.

El juego de texturas se utilizó para establecer áreas sin cerrar los espacios como el papel vinílico colocado en la zona de espera y en la zona de maquillaje.   La textura elegida buscaba recordar  la piel y el pelo.  Para ello se eligió un tapizado acabado piel de serpiente en los sillones y un acabado pelo de zebra que viste con su cálida hebra algunas paredes.  Estas texturas establecen un punto de sofisticación en local.  Estos toques de artificio quedan perfectamente compensados con la amplitud de espacio vacío y sin decorar que domina el local.

Por último, respecto a las formas, las piezas de mobiliario mezclan el estilo clásico con el moderno,   compensando la rectilínea del mobiliario de almacenaje con las curvas de las mesitas de apoyo en cada zona de trabajo; los volúmenes cuadrados de los sillones individuales con las sinuosas butacas de lavado y la femenina chaise longue de espera.   Nuevamente, la decoración queda compensada a pesar de los contrastes.

El espacio Vicen Virtus es armonía en movimiento… un cabello bien tratado.